Tres siglos entre dedos de 26 años- El País

El Stradivarius Boissie perteneció a Pablo Sarasate sale de la caja fuerte que lo guarda para ser tocado por la virtuosa violinista Ana María Valderrama

Es una ocasión única. El Stradivarius Boissier solo sale una vez al año de su caja fuerte y su vitrina blindada para ser tocado por unas manos privilegiadas. Propiedad de Pablo Sarasate, el mejor violinista español de todos los tiempos, ayer salió del museo del Real Conservatorio de Madrid que lo custodia para posarse en las manos de Ana María Valderrama. Esta joven de 26 años cumple esta noche su sueño de tocar este violín en un concierto en el centro como premio del Concurso Internacional de Violín Pablo Sarasate, en el que fue la primera española en alzarse con el primer premio.

 A los cinco años hacía sus pinitos con el piano hasta que se pasó a la viola a los siete. Pero a los 10 decidió que su compañero perfecto era el violín, y desde entonces no ha parado. Comenzó en el conservatorio de Ferraz, donde se mantuvo hasta los 18 años, cuando pasó a formar parte de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Y de la plaza de Oriente a Berlín, donde cursa un máster. “Mi madre me dice que a ver cuándo vuelvo. Quiero volver, pero creo que aún no ha llegado el momento”, explica la madrileña.

En sus manos el Stradivarius cobra vida un año más, y la sonoridad de un violín extraordinario y cargado de historia llena hasta el último rincón del museo del conservatorio de Atocha. “Se nota en el sonido, en la cantidad de recursos que tiene, los colores que se pueden sacar de él”, comenta. Conocido como El Boissier o el rojo, este violín de 1713 tiene un enorme valor. El último violín del maestro de Cremona que se vendió alcanzó la cifra récord de 2,7 millones de euros en una subasta.

En el programa, obras para sacar lo mejor del violín y del talento virtuosístico de Valderrama. De la desconocida Perpetuum Mobile de Jordi Cervelló a Beethoven, pasando por la tremendamente complicadaIntroducción y rondó capriccioso de Saint-Saëns —compuesta para el propio Sarasate— y Carmen, obra del violinista navarro. Pero Valderrama no se siente intimidada, igual que no sintió vértigo cuando ganó el concurso en Pamplona. “Creo que he trabajado mucho para conseguirlo, es el resultado de mucho trabajo y esfuerzo”, explica.

“El nivel de los españoles está subiendo muchísimo. Un amigo mío, Luis Esnaola, acaba de ganar una plaza de segundo violín en la Tonhalle Orchester de Zúrich. Es importante que reivindiquemos que el producto nacional es muy bueno”, comenta la violinista.

Culmina en Madrid una gira que la ha llevado por otras cinco ciudades españolas en la que ha ido acompañada por el pianista Luis del Valle. Aún le queda otra gira programada por España y Portugal donde tocará acompañada por cuatro orquestas. Ahora solo puede pensar en El Boissier, un legado exquisito de Sarasate al centro madrileño. El genio de Pamplona tenía dos stradivarius: el otro lo custodia el Conservatorio de París y no se cede para conciertos. Los expertos dicen que El Boissier es el quinto más hermoso de todos los que construyó el maestro de Cremona, y esta noche podrán dar cuenta de su prodigioso sonido.

Ana María Valderrama y Luis del Valle. Hoy a las 19.00 en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (calle de Santa Isabel). Entrada gratuita.

Miguel Pérez Martín- El País

08/02/2012

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