Hoy charlamos con Ana Valderrama
Tras su debut como solista con el director Zubin Mehta en el concierto de celebración del 70 cumpleaños de Su Majestad la Reina de España, Ana María Valderrama se ha consagrado como una de las violinistas españolas más aclamadas del momento y un claro valor emergente del panorama musical europeo. Ganadora del 1er Premio y el Premio Especial del Público en el XI concurso Internacional de Violín Pablo Sarasate 2011, Ana María se ha convertido en la primera violinista española de la historia en conseguir este prestigioso galardón. Además, ha sido ganadora de otros importantes certámenes entre los que se incluyen el “Concurso Internacional de Violín de Lisboa” (Portugal), “Concurso Internacional de Violín de Novosibirsk” (Rusia), “Certamen Nacional de Interpretación Intercentros Melómano” (Madrid) , “Primer Palau”(Barcelona), etc. Ana María desarrolla una intensa carrera concertística que la ha llevado a actuar en países como Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Rusia, México, Colombia, Jordania o EEUU.Se ha presentado como solista con la Orquesta Sinfónica de RTVE, Orquesta Sinfónica de Baleares, Orquesta Sinfónica de Euskadi, Sinfónica de Bilbao, Sinfónica de Castilla y León, Sinfónica de Navarra, Orquesta de la Comunidad de Madrid o la St. Petersbourg’s Academic Symphony Orchestra entre otras, bajo la batuta de directores como Philippe Bender, Dereck Williams, Ros Marbá, Juan Felipe Molano, Leduque-Barome, Xavier Puig, Salvador Brotons, Alejandro Posada, o Zubin Mehta.
Tuvimos la ocasión de poder conversar con ella durante este verano:
¿Qué cualidades cree que son imprescindibles para un violinista?
Para cualquier músico es muy importante tener talento y sensibilidad musical, pero la constancia y la capacidad de trabajo son fundamentales. Es un trabajo tan especializado que requiere de muchísimas horas, muchísima dedicación, y por eso la pasión por la música es imprescindible. En el caso de los violinistas, hace falta mucha agilidad en las manos y tener un oído muy desarrollado para poder tener una afinación correcta.
¿Qué instrumentistas tiene o tuvo como referencia?
Me gustan mucho los músicos que consiguen transmitir un mensaje de una manera directa, sin interferencias, como por ejemplo Cecilia Bartoli o Gutavo Dudamel. Los instrumentistas tenemos una dificultad mayor, y es que debemos transmitir el mensaje que esconde la partitura a través de un intermediario: el instrumento. Las dificultades técnicas y físicas muchas veces provocan interferencias y el mensaje no llega de manera tan directa. Por eso admiro a los instrumentistas que son capaces de superar todas esas dificultades y que convierten al instrumento en su propia voz. Un ejemplo para mí son Janine Jansen o Marta Argerich.
¿Cree que los jóvenes intérpretes tienen facilidades a la hora de entrar en las programaciones de conciertos?
Creo que en esta época de crisis ha habido una pequeña tendencia a apostar por los músicos jóvenes, sí. Pero por otro lado se ha recortado tanto en cultura, que cada vez hay menos ciclos de conciertos en España, y es una pena. Un país que no apuesta por la cultura es un país sin principios, sin identidad, sin libertad de pensamiento…
¿Con qué repertorio se siente más a gusto y por qué?
Tal vez me sienta más cómoda tocando música postromántica y del siglo XX. De alguna manera la siento más cercana a mí, me desenvuelvo con especial naturalidad en ese lenguaje. Pero disfruto abarcando todo tipo de repertorio, desde el barroco hasta música contemporánea. Creo que un músico completo debe ser capaz de entender todos los estilos, y estar familiarizado con ellos. Además soy una persona muy inquieta, no me gusta acomodarme. Me gusta seguir aprendiendo, mejorando cada día, y sentir que sigo avanzando como músico y como violinista.
¿Qué opina sobre la música de vanguardia para violín?
Como en todas las épocas, hay obras muy buenas, de altísima calidad y otras que no lo son tanto. Solo el tiempo determinará qué obras y qué compositores pasarán a la historia. Pero es básico que los intérpretes la den a conocer, yo siempre intento que en mis conciertos haya música de nueva creación.
¿Alguna pieza favorita?
Me gustan mucho los compositores David del Puerto y Jordi Cervelló.
¿Crees que practicas más ahora que en la etapa de estudiante?
No, no practico más, pero quizás sí mejor. En la época de estudiante tenía todo el tiempo para estudiar, sin tener que preocuparme de nada más. Ahora que también trabajo como profesora (en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid), tengo algo menos de tiempo, y por eso debo organizarme mejor. He aprendido a estructurar mejor el estudio y a ser mucho más eficaz con mi tiempo.
¿Cree que es necesario que las Enseñanzas Artísticas Superiores se integren en la Universidad?
Sí. Las enseñanzas artísticas han estado siempre subestimadas en España, y el Título Superior de Música sigue sin ser considerado un Grado. Esto es un agravio comparativo, ya que cumplimos el mismo número de créditos que cualquier otra carrera universitaria. Ojalá vayamos avanzando y consigamos crear una mayor tradición musical en nuestro país.
¿Cuál es la última alegría que le ha dado la música?
Cada vez que tengo un concierto y noto al público entregado, escuchando de verdad… Cada vez que hago llorar a alguien con mi música, que muevo algo en los sentimientos de la gente, es una alegría inmensa. La satisfacción que da el salir a un escenario después de muchísima preparación, enfrentarse a los nervios y darlo todo, entregarte, es increíble! ¡Cada vez me emociona más!
¿Qué significa la música para usted?
Para mí no es una profesión, es una forma de vida. Nací en una familia de músicos, mi novio es músico y todos mis mejores amigos también lo son… No entiendo la vida sin música, ¡no podría vivir sin ella!
26 de octubre de 2014