Sonidos variados y diáfanos
Obras de Núñez Hierro, Wieniawski y Mahler. Ana María Valderrama, violín. Pablo González, director. Orquesta Nacional. Auditorio Nacional, Madrid, 18 de marzo de 2022.
Fue un buen comienzo de una sesión abierta con el “Aria” de la “Suite en Re” de Bach en memoria de las víctimas de la invasión de Ucrania. González, que modeló con cuidado la partitura de Núñez Hierro, acompañó luego con respeto y espíritu colaborativo a la cimbreante y joven violinista Ana María Valderrama, que mostró temperamento meridional, decisión y seguridad en la exposición del virtuoso “Concierto para violín nº 2” de Wieniawski, una obra perfectamente ensamblada, enjuta y serena, trufada de bellos motivos melódicos en la que Valderrama evidenció caluroso temperamento, afinación, belleza de sonido (no especialmente grande), esbelta línea y la seriedad de un veterano.
Ante los aplausos un regalo. Según se nos ha comunicado, “Let’s be happy” de G. Fedlman, para clarinete y cinco cuerdas, en arreglo de Reto Bieri. Un momento danzable de relajo, humor y buen rollo. Todo quedó para abordar con las mejores perspectivas la “Sinfonía nº 1” de Mahler, que González parece entender desde una perspectiva diáfana y de abierto tono optimista. La batuta, siempre diligente, ágil y movediza del director asturiano, matizó bien, sin embargo, el difuso comienzo, con tino exquisito hasta alcanzar el esperado clímax y la rotunda exclamación de las ocho trompas (la Nacional ya ha retomado la rutina habitual en cuanto a la configuración de los orgánicos).
Arturo Reverter, Beckmesser.com, marzo 2022